Soportando mi propia ira.

Me muerdo los labios,
aprieto los puños.
Me tiemblan las piernas,
camino mirando al suelo
soportando mi propia ira.

Mi cuerpo reventado,
los ojos sangrientos.
Empapada el alma,
mi cabeza elucubra
soportando mi propia ira.

Oprimo el corazón,
olvido lo que me une a ti.
El corage de saber que jamás te veré,
oculto las lágrimas
soportando mi propia ira.

Miro al frente,
sacudo mi piel de tu amor.
No puedo esperar más,
comienza la verdad de mis pasos
soportando mi propia ira.
*****

El cuento de nunca acabar.

Lo sé. Sé que así no vamos a ninguna parte...o llegamos a hacernos más daño. Se ha convertido en el cuento de nunca acabar como tú dices...y lo que quieres es avanzar. Yo también.
Ya el blog se ha convertido en un medio para comunicarme contigo, sé que lo lees.
Perdona si hoy estuve borde al hablar contigo, pensé que esto se acaba ya...que yo te doy tu espacio y tú me devuelves el mío...y las dos nos quedamos vacías.

Me sentí afortunada.

Me sentí afortunada por sentir tus besos en mi frente cada día.
Sentí que serías capaz de hacer cualquier cosa con las fuerzas que yo te daba.
Creía que nos comeríamos el mundo, me sentía afortunada por haber aprendido
a vivir y a sentir, porque comenzaba a despertar de mi amargura.
Tenía suerte por estar tú cerca de mí sin yo notarlo, que me protegías cuando caía
y me perdonabas cuando te faltaba.
Me sentí afortunada de estar entre tus brazos, de besar tus labios...de tenerte a mi lado.

El poema rescatado de otro mundo.

Dime si alguna vez
en templanza has vivido cien veces
la gloria de un segundo inacabado;
si tú nunca has labrado la tierra
donde yo he echado fuertemente mis raíces
y regado mis sierpes como si frutos se tratara.
Has oido alguna vez
ese murmullo dentro del pecho
que avisa de nuevas venideras,
ninguna cosa que sea capaz de soñarse despierto;
eso que a veces parece incontenible
y a punto de saltar del lecho donde se sostiene,
donde yo, sin saberlo he bebido de tu boca
y comido de tus manos
y tú me has envenado dulcemente la vida
como si de una esclava me tratara.
Y no has notado alguna vez
como si tiraran del hilo de tu amor,
desterrando de ti y de mis raíces en tu tierra
un sentimiento puro e inmenso de paz,
quedándote inquieto y deslumbrado
entre paredes de cal apagada
donde yo, presa de mi propio miedo
te acabo entregando mi fe y mi culto,
eres un regalo para los ojos qure te miran.
*****

Espérame.

Te llevas mi vida contigo.
Yo quería darte todo.
Espérame porque me he quedado atrás.
Enséñame los pasos.
Ayúdame a estar segura.
Confía en mi amor.
Espérame.
*****

¿Cómo olvidarte?

Tengo razones que no entiendes.

Cogida del pecho por la mano que mece mi cuerpo,
se supone un fino hilo que me sustenta por completo...
...los pies para hacer camino...
...las manos para recoger los frutos...
...la boca para besar la vida.

¿Cómo olvidarte?

Odio mi corazón henchido, las promesas que el aire se lleva,
secas las almas de los que daño,
áspera la mia de no encontrar mi sitio...
...mis ojos grises...
...la sangre tibia...
...la carne al descubierto.

Dime, ¿cómo puedo olvidarte?

Retomo el silencio como salvación, me rodea y lo respeto,
la soledad es una cálida sábana que me acoje,
el vacío busco en estos días de frustración, la oscuridad, la nada...
...mis pensamientos a la deriva...
...la cara rota...
...se caen los pilares de mi existencia.

¿Puedo olvidarte?

Me vuelvo insensible , sola en la multitud,
tú golpeando mis deseos, la furia hecha juicio, lo irracional se desborda.
Los recuerdos de ti me pesan y me impiden seguir...
...la fe se me agota...
...mis ganas se mueren...
...mi amor se extingue.

Espero olvidarte.

*****

El momento.

Fiel a ti y al dibujo de tus curvas
me deslizo lentamente para recorrerte, ni siquiera te miro bien.

El cálido aroma que desprendes me traslada al ayer,
me contraigo en placeres, los que tú me ofreces.

Suavemente resbalo por tus caderas,
deseo la fina piel que nos separa, anhelo besarte toda.

El amor...a veces dulce...a veces duele,
contigo es el final de un poema libre, es la terminación nerviosa
por la que siento que muero, un charco creado entre tus piernas.

El encanto, tus delicias...adaptadas a mí y al fuego de tus besos,
tu goce es mio, tu aliento es mio...mi latido es tuyo.

Me arrastro en tu pecho y llego a tu cuello, me arde el cuerpo
y se consume el tiempo en el último abrazo, te siento dentro...te amo.
*****

Viniste, viste, venciste.

El fulgor de una tormenta que llega y arrasa,
la furia que nacerá de tu paso por mi alma, destrozada me has dejado.

Incontrolada, tirada.

Arrancada de la tierra, lacerada de mi vida,
no me pertenece ya mi cuerpo, desmembrado lo has tirado.

Irritada, sublevada.

Martir de una causa, de nada sirven mis palabras,
la inmortalidad escrita se desvanece, la calma me has quitado.

Rota, desdichada.

Viniste, viste y me venciste. Ya no soy nada.
*****

Punto y seguido.

Te vi por primera vez y me quedé encantada. Fuiste un sueño echo realidad, un sueño para mí que duró 11 meses, los mejores de mi vida sentimental. Por ti lo hubiera dejado todo, estaba dispuesta a renunciar a lo que tú quisieras...y pedí poco, pero lo que pedí me alejó de ti durante 10 años. En ese tiempo, te lloré, te pensé, te soñé, te anhelé, te busqué y te encontré.Me topé con tu cuerpo, tan igual pero tan distinto; tu forma de ser, tan igual pero tan distinta...me resigné a verte como mi amiga, me conformé con tener esa parte de ti que yo busqué en mis recuerdos, guardarte para siempre en mi corazón porque ya nunca jamás te iba a tener como te tuve en el pasado.
Y qué tonta soy, que he renunciado a ese sueño de estar contigo porque no me siento preparada y porque me invadieron los miedos, porque debí esperar antes de tirarme al vacío y ver que no había forma de amortiguar la caída.
Significas mucho para mí, llevas en mi vida mucho tiempo aunque haya sido en parte solo tu ausencia lo que me hacía recordarte y sentirte. Te llevaré siempre allá donde vaya porque es una costumbre de la que me gusta abusar y ahora más que nunca, que he vuelto a sentirme viva después de este regalo que me has hecho. Jamás olvidaré lo que siento por ti, nunca nadie me ha hecho olvidarlo y muy a mi pesar, te amaré en la distancia, detrás de la barrera que pondré entre tú y yo.Siento que mi vida esté ahora configurada de tal forma que me niegue a mi misma lo que siempre he ansiado, pero cuando esté preparada volveré a por ti, porque como ya te dije, eres el amor de mi vida y no renunciaré a intentarlo. Tú mientras, olvídate de mí, vive tu vida, rehazla. No cambiará nada si me dices que no cuando te busque, porque iré a buscarte (segura), soy capaz de llevarte dentro otros diez años si hace falta.Eres preciosa, única. Y yo soy tuya. Para siempre.

A la deriva...

Miré atrás y en ti me vi atrapada,

los pasos pesando en el camino hacia adelante

y tu mirada clavada en mi espalda.

Agarré fuerte el suelo,

no querías escucharme y el adiós se hacía más grande,

me arrastraba a la desidia.

Tú, inmensa como la despedida.

Ni mil huracanes lograrán abatir

las alas de este destino.
*****

Cambio.

Por momentos la voz se apodera del pecho

para gritar que nace de nuevo aquello que se pensaba vacío,

como un cielo sin ti, una vida sin ti.

Y en los ojos del que está confundido

un brillo se despierta a la luz del día

muy profundo y lejano...

...sabiendo que queda algo después de las almas dormidas.

*****

Este lado del río es un camino que te lleva a una orilla tranquila,

cercano al corazón y sus aguas nos guían. Quédate esta tarde a este lado del río.

Cuántas veces...?

Cuántas veces te he buscando en mí
en una canción, una foto, un recuerdo...?
Vives dentro desde hace tiempo,
dentro te quedarás.

Cuántas veces te he inventado en mi vida
para estar un poco más completa...?
Me imaginaba que estabas aquí
pero hallaba soledad.

Cuántas veces te habré necesitado
para seguir avanzando...?
Me torturaba pensando en tu ausencia,
me toca estar ausente.

Un día se me ocurrió que ya hora de volverte a tener en mi mundo, no me arrepiento de nada.

Matutino.

Los amaneceres en tus ojos

son alegres momentos si al despertar

te encuentro en mi cama.

*****

La fe mueve montañas.

Yo necesito mover la cantidad
de esperanza que se mece en mis manos,
sobrevivir a la enfermedad que me produce tu ausencia
anclada a mis ojos, ciega estoy de no poder verte.

Si fuese a ti como un reencuentro forzado, abstracto,
en el que no saber qué decir, no saber si abrazar
el contorno que te envuelve...si no se qué hacer cuando llegue el momento...
...bésame como el último día de la vida y moriré con esa dicha.

Despertaré y te veré como siempre, en el banco contando lunas
en los días 15.

ELEGÍA DEL AMOR Y SU SENTIDO.

es muy triste morir con el deseo
de quedar presente en el humo de las horas
de saberse la cita de memoria
y arrastrar nuestros pasos imposibles
a la destrucción de nada -que lo es todo-
donde no hay opción a dar la vuelta

es difícil
resignarse a saludar cada momento
los fósiles años que se fueron sin cosecha
los años que murieron poco a poco
retornando al estéril embrión de sus raíces

es muy triste y tú lo sabes
el beber hasta hartarnos de recuerdos
buscando que el olvido sustituya
a aquello que nació sin darnos cuenta

debe ser infranqueable la frontera
y fuertes las cadenas que cerraron
nuestros labios conocidos

allá donde el amor -mas ya que importa-
se llamó difícil desamparo
soledad y tantas cosas...

repetiré esta canción desesperada
para labrar sus letras en su historia
y es que quiero perpetuar en la cadencia
la respuesta que sentencie moribundo
mi obrar
ya prefijado.



Vicente Presa (De Pandemonium).

Él y ella.

Él, derramado, orgulloso.
Yo, resignada.
Él, intenso.
Yo, convencida.
Él, arraigado y conservador.
Yo, raíz conservada.
Él, paciente y taciturno.
Yo, callada pero inquieta.
Él, táctico y calculador.
Yo, fluyo con el tiempo.
Él, tácito.
Yo, explícita, evidente.
*****

Ella y ella.

Ella, divina y misteriosa.
Yo, razonable.
Ella es la vida.
Yo, vivo.
Ella, dulce y libre.
Yo, empalagosa.
Ella, deseo y pasión.
Yo, me dejo llevar.
Ella, todo corazón, visceral.
Yo, atrevida.
Ella, miedosa e inmensa.
Yo, persuasiva.
Ella, valiente y fuerte.
Yo, despistada y entregada.
*****

Lo que debí y no debí hacer.

Debí escucharme, esos pájaros interiores

que me decían dónde lanzarme;

al vacío, a la nada, en el infinito.

Debí saber lo que pasaría,

adivinarte en los gestos...en las miradas;

haber creído más en mi corazón.

No debí dejar que te acercaras tanto,

tus roces ya me han perdido;

me has ganado por dentro todas las luchas.

Debí dedicarme más a mí

y no dejar así arrastrarme

pero la situación me empujaba.

No debí ser caprichosa ni cerrada,

debí haber mantenido los pies en el suelo

abrazando con mis raíces la tierra de mis principios.

Debí resistir en mis muros

a la primavera en tus ojos,

el ocaso de estos días grabados en las retinas...

...me he rendido a ti.

*****