Desde mi patio ya no veo tu sol
porque tú ya no vives el día,
eres criatura de maldad.
Mi luna me alumbra siempre,
soy un ser de la noche,
yo respiro la clara oscuridad.
Desde aquí ya no puedo oirte
porque tú ya no perteneces a nada,
eres indomable, alma dispersa.
Mis sueños llenan mi vida,
soy increible, sorprendente.
Absorbo el relente del alba,
aprisiono cada momento,
el tiempo pasa para mí, no para ti.
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2 comentarios:
Que bella es tu poesía y que razón lleva la frase final.
Miles de besitos y cuídate mucho.
Muchas gracias, Vanessa.
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