miércoles, 19 de noviembre de 2008

Mi estrés y yo.



Largo es el cabello
que viste un desnudo cuerpo,
con largas ansias de volar
y perderse.
Largas son las ganas
de escapar,
de fluir, de ser libre
y marchar en paz.
Extensa es la vida
que recoge esos deseos,
la longitud de los días
se mide por la lentitud
de las vivencias.
Largos son los labios
de la cara que sonríe
y enorme es la frente
para mandar al viento
pensamientos
que amanecen con el rostro
de armonía y sosiego.
Inmenso es el sueño
en la cama cuando
uno no quiere despertar
y levantarse a luchar.

*****

4 comentarios:

Emiliakus dijo...

Los 4 últimos versos son mortales.

Srta Pomelo dijo...

Es lo que últimamente me pasa, que me cuesta levantarme de la cama. Por mí, me quedaba todo el día. Necesito descansar.

Claire dijo...

¿Por qué a veces cuesta tanto trabajo levantarse de la cama? Pero no me he atrevido a quedarme acostada porque simplemente no quise, ¿qué se sentirá? Creo que ya es tiempo de permitírmelo.
Me ha gustado mucho descubrir tu blog, soy Claire.

Srta Pomelo dijo...

Bienvenida Claire, estoy contenta de tenerte por aquí.
A mí me encanta quedarme en la cama despierta, mirando a las musarañas y pensando en mis cosas.
Pero es que eso lo puedo hacer muy pocas veces, la vida diaria no me lo permite.
Un abrazo.