
Por momentos la voz se apodera del pecho
para gritar que nace de nuevo aquello que se pensaba vacío,
como un cielo sin ti, una vida sin ti.
Y en los ojos del que está confundido
un brillo se despierta a la luz del día
muy profundo y lejano...
...sabiendo que queda algo después de las almas dormidas.
*****
Este lado del río es un camino que te lleva a una orilla tranquila,
cercano al corazón y sus aguas nos guían. Quédate esta tarde a este lado del río.
5 comentarios:
Espero que a quien le hayas dedicado el poema se haya quedado a ese lado del río.
Después de esas estrofas, yo lo hubiera hecho sin dudar.
Un saludo, Elisa.
Pues no, al final no se ha quedado, ni me he quedado yo.
hay quién aún permanece a ese lado del río,aguardando,esperando....pero ya no sirve de nada,ella sí que cambió de orilla
Lo siento mi amor, me asusté.
Ella está entre la espada y la pared. Nadie se pone en su lugar? Te admiro aunque pienses que no eres valiente. Es normal sentir miedo ante lo desconocido. Ánimo y suerte.
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