
Debí escucharme, esos pájaros interiores
que me decían dónde lanzarme;
al vacío, a la nada, en el infinito.
Debí saber lo que pasaría,
adivinarte en los gestos...en las miradas;
haber creído más en mi corazón.
No debí dejar que te acercaras tanto,
tus roces ya me han perdido;
me has ganado por dentro todas las luchas.
Debí dedicarme más a mí
y no dejar así arrastrarme
pero la situación me empujaba.
No debí ser caprichosa ni cerrada,
debí haber mantenido los pies en el suelo
abrazando con mis raíces la tierra de mis principios.
Debí resistir en mis muros
a la primavera en tus ojos,
el ocaso de estos días grabados en las retinas...
...me he rendido a ti.
*****
4 comentarios:
Me gusta pensar que esa rendición es en realidad tu victoria y puede que en varios sentidos.
Un abrazo.
Sí, es una victoria, pero para ganar he tenido que perder una parte de mí, no me importa...bueno, sí me importa pero no tuve más remedio.
Es mi teoría, B o A, pero AB o BA, es imposible.
Sí, es imposible. Mi teoría es la misma.
Publicar un comentario